CIRCULAR PET ALIMENTO HIPOALERGÉNICO | PROTEÍNA DE INSECTOS | CHILE
Entrevistamos a la Dra Alicia Valdés, experta en Gastroenterología de Favet U de Chile con más de 30 años de experiencia. Cabe destacar que la doctora ya a usado como dieta de eliminación nuestros productos, como una nueva estrategia para identificar alergias alimentarias.
La alergia a las proteínas tradicionales como el pollo en perros y gatos es una respuesta del sistema inmunológico a ciertas proteínas presentes en la dieta de las mascotas. En términos simples, una alergia es una reacción exagerada o inapropiada del sistema inmunológico a una sustancia que normalmente sería inofensiva. En este caso, las proteínas de pollo u otras fuentes de proteínas animales pueden desencadenar esta respuesta inmunitaria en algunas mascotas.
Cuando un animal desarrolla una alergia a una proteína específica, como el pollo, su sistema inmunológico reconoce erróneamente esta proteína como una amenaza y produce una respuesta inmunitaria exagerada. Esta respuesta puede desencadenar la liberación de sustancias químicas como la histamina, que causan los síntomas de la alergia.
Los síntomas de una reacción alérgica en perros y gatos pueden variar, pero comúnmente incluyen:
- Picazón intensa en la piel, que puede manifestarse como rascado excesivo, lamerse o morderse.
- Enrojecimiento de la piel.
- Irritación de los ojos y lagrimeo.
- Estornudos y congestión nasal.
- Vómitos y diarrea.
- Hinchazón en la cara, especialmente alrededor de los ojos, hocico y orejas.
Es importante destacar que una alergia a las proteínas no es lo mismo que una intolerancia alimentaria. Mientras que una alergia involucra una respuesta inmunitaria, una intolerancia alimentaria generalmente implica una incapacidad del cuerpo para digerir adecuadamente ciertos alimentos, lo que puede causar malestar gastrointestinal pero no desencadena una respuesta inmunológica.
Para manejar la alergia alimentaria en perros y gatos, es fundamental identificar y eliminar el alimento desencadenante de la dieta de la mascota. Esto puede requerir un proceso de eliminación y reintroducción de alimentos bajo la supervisión de un veterinario. Además, es posible que se necesiten pruebas adicionales, como pruebas cutáneas o análisis de sangre, para confirmar la alergia alimentaria y descartar otras condiciones médicas. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar los síntomas mientras se identifica y se establece una dieta adecuada.
