FAKE NEWS : LA QUITINA DE LOS INSECTOS ES PELIGROSA

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La quitina de los insectos no es un compuesto que los vuelva peligrosos para el consumo humano

AFP FACTUAL : Agence France-Presse 

La Agence France-Presse es una de las agencias de prensa más antiguas y reconocidas del mundo. De manera de combatir las Fakes News a formado Factual, una plataforma para corroborar información y publicaciones que circulan por internet desinformando o engañando. El siguiente articulo fue publicado en esta plataforma de manera de establecer datos científicos objetivos que desmientan la afirmación "La quitina de los insectos es peligrosa" 

Publicado el jueves 18 agosto 2022 a las 15:24 

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Si bien los humanos no digieren la quitina, un compuesto que se encuentra en los caparazones de los insectos, esto no implica que “no sean un alimento para los mamíferos”, como aseguran publicaciones compartidas miles de veces en redes sociales desde julio de 2022. Expertos y bibliografía científica consultados explican que este elemento es parte de la fibra dietética presente en crustáceos y en plantas de consumo habitual como el apio o la quinoa, y que aporta beneficios a la salud.

 

Las publicaciones, en Facebook (1, 2), Twitter (1, 2) y Telegram, aunque en distintos formatos (video, texto y foto o solo texto), comparten el mismo mensaje: “Los insectos contienen quitina que no puede ser procesada por nuestro intestino. Pero la quitina es un polisacárido que es muy apetecible para el cáncer, los parásitos, los hongos y casi todo lo que da enfermedades”. 


“La quitina es una parte de su construcción. También contienen esteroides metamórficos, especialmente ecdisterona. Esto no es un alimento para los mamíferos. Solo las aves pueden procesar los alimentos de los insectos en condiciones seguras. El aparato digestivo de las aves es completamente diferente al nuestro”, continúan. “Ahora ya saben por qué quieren que comamos bichos”, concluyen algunas publicaciones, mientras otras directamente apuntan contra la “Agenda 2030”, un programa de las Naciones Unidas que se ha convertido en blanco de teorías conspirativas y desinformación.

En varias de las entradas se usa erróneamente el término “chitina”, por su parecido con el nombre en inglés para el mismo compuesto: “chitin”. Publicaciones similares circulan también en portugués, francés e inglés.

 

 

Captura de pantalla de un tuit realizada el 17 de agosto de 2022

 

Digestión de la quitina


Los insectos han sido consumidos por los humanos por miles de años, incluso en Occidente, y todavía se comen en algunas culturas.


La quitina es el segundo biopolímero más abundante en la Tierra después de la celulosa. Se encuentra en el caparazón de los insectos, pero también en los crustáceos, los hongos, las bacterias, las levaduras y las algas, y puede utilizarse como fertilizante, aditivo alimentario o con fines medicinales. 


Mareike Janiak, autora de un artículo científico sobre los genes de las quitinasas (las enzimas que descomponen la quitina) publicado en 2018 en la revista Molecular Biology and Evolution, dijo a la AFP que aunque la quitina no era totalmente digerible, esto no la hacía peligrosa para la salud.

"Los biólogos han pensado durante mucho tiempo que los mamíferos no producen una enzima capaz de descomponer la quitina, pero eso no significa que un insecto no pueda ser procesado a través del intestino", subrayó en un correo electrónico en agosto de 2022.

Según Janiak, la quitina es similar a la celulosa que compone la pared celular de muchas plantas, que el cuerpo humano no puede descomponer porque carece de la enzima adecuada.


"Seguimos comiendo alimentos como el apio, y es saludable para nosotros", señaló la investigadora.


Aunque algunas partes de las verduras no son digeribles, la fibra insoluble que contienen es, sin embargo, beneficiosa.

"Nuestros intestinos extraen los nutrientes de las verduras y eliminan la fibra no digerible, lo que permite que los alimentos se desplacen por nuestro tracto digestivo y que las heces sean saludables", explicó Janiak. "La falta de fibra insoluble puede causar estreñimiento, por ejemplo".


El trabajo de Janiak ha demostrado que los primates -el orden de los mamíferos al que pertenece el ser humano-, como los ratones y los murciélagos insectívoros, pueden beneficiarse de una enzima específica que les permite digerir la quitina contenida en los exoesqueletos de los insectos, lo que les proporciona un importante aporte de nutrientes.

"Durante mucho tiempo, pensamos que la quitina era como la celulosa para los mamíferos: una fibra insoluble que pasaba por el intestino mientras la energía y los nutrientes se extraían del resto del insecto. Sin embargo, el descubrimiento de la enzima ‘quitinasa ácida de mamíferos’ en los estómagos de ratones y murciélagos ha puesto en tela de juicio esta suposición y sugiere firmemente que algunos mamíferos pueden realmente digerir la quitina", detalló la especialista.

Y añadió: "Los humanos, como muchos otros primates, tienen un gen funcional para esta enzima, por lo que es posible que podamos procesar realmente la quitina en nuestro intestino. Dicho esto, incluso si no pudiéramos, la quitina simplemente pasaría por nuestro cuerpo, al igual que la celulosa del apio y otras verduras”.

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